• Pone tu respaldo bien vertical
• Sentate sobre tus isquiones
• Contrae los perineales (músculo del suelo pélvico) que ayudan a sostener tu cadera, alinearla y además activan los abdominales más profundos
• Relaja tus hombros, apoya tus manos en el volante sin pensionar los brazos
Así manejaras más relajada/o por más tiempo sin provocar dolores en tu espalda.