- No comer nada por lo menos 2 horas antes de la práctica de yoga y media hora después.
- Siempre que seamos capaces de seguir sin problemas nuestra respiración nos mantendremos dentro de los límites de nuestra capacidad física.
- Inhalar y exhalar deben dejar de ser un proceso automático y pasar a ser consiente, así participaremos por completo en nuestras acciones.
- Aprender a distinguir entre el dolor “bueno” y el dolor “malo”. El bueno ocurre durante la práctica y desaparece inmediatamente después de la relajación los dolores ayudan a comprender mejor nuestro cuerpo y mente.
Las asanas NO deben transformarse en un hábito sino cada vez ser un auto descubrimiento.
“Debes aprender a relajarte sin tener que acostarte de espaldas”
No se aconseja practicar posturas invertidas durante el periodo menstrual, ni en el embarazo, ni personas con presión alta.
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